- Longitud: 20,3 km
- Dificultad: Media
- Duración estimada: 5 h
- Hora recomendada de salida: 9:30
- Alojamiento recomendado: Casa da balea
- Experiencias recomendadas: Ruta en Kayak o Vela
El Camino sale de Olveiroa y asciende hacia Hospital, punto de bifurcación a Fisterra o Muxía. La ruta que os proponemos es la que os lleva a Fisterra, y discurre por las inmediaciones del santuario de As Neves y la ermita de San Pedro Mártir. Asciende hasta el Cruceiro da Armada, un alto desde el que ya se divisa el cabo de Fisterra, y desciende luego a la localidad de Cee. Muy cerca, al fondo de la ría, se encuentra la villa de Corcubión, Conjunto Histórico Artístico y meta de la etapa.
Esta ruta se lleva a cabo por encima de los valles que dejan el río Xallas a la izquierda. Tramos llanos entremezclados con numerosos ascensos y descensos nos conducen hacia Corcubión a través de bosques y caminos de tierra con vistas al mar.
Como esta etapa desemboca en el mar, os tenemos preparada una verdadera experiencia “mariñeira” en Corcubión.
Para empezar a aclimataros dejaos invadir por el olor a mar, porque el sabor lo dejamos para el restaurante Mar viva. La experiencia empieza en la planta baja, donde se encuentra la pescadería. Con el pescado y el marisco fresco a la vista, elegiréis las piezas y pediréis que os las preparen a la plancha o cocidas, acompañadas de la guarnición que más os guste.
Desde el comedor en la planta superior esperaréis a que os sirvan el pedido mientras brindáis con un buen vino blanco. A vuestra salud!
El comentario que compartimos sobre el restaurante Mar viva es el siguiente:
“El sitio tiene un encanto increíble. Entras y eliges el pescado y marisco que quieres comer, atendido por los dueños que te aconsejan de maravilla. La comida es de gran calidad, trato del personal excelente. Bastantes vinos gallegos para escoger. Decoración marinera y acogedora. Comería allí todas las semanas.”
Como el alojamiento propuesto en Corcubión está en el centro, la recomendación para esta tarde es callejear por lo que parece el decorado de un pueblo marinero.
Si os apetece un contacto más intenso con el mar de Costa da morte, la escuela de vela Cataventos ofrece actividades en Kayak y bautismos o horas de vela en determinadas épocas del año, que desde Casa da balea os gestionarán gustosamente.
Para una inmersión total en este pueblo con encanto, os recomendamos un lugar especial para la cena. Se trata de 1764. Espazogastro, un espacio rehabilitado con encanto
que tan bien se describe en este comentario que recogemos de TripAdvisor:
“El restaurante es precioso y la cocina de primera, con platos de distintos países muy bien resueltos, con ingredientes sencillos, pero de primera calidad. De los primeros a los postres, un lujo. Además, un trato muy amable y un precio imbatible, porque por poco más de 20 euros por persona, incluyendo el vino (muy recomendable el godello) comimos de todo. Los escabeches y los platos a base de jurel, sardinas y bacalao son excelentes. Nada de mariscadas ni de pescados a precios astronómicos. Lo que nos ofrecieron fue una cocina hecha con ingredientes más modestos pero con un tratamiento de diez. Por ejemplo, el jurel al horno con una salsa a base de aceitunas, anchoas y ajo estaba espectacular. Fuimos cuatro personas y todos salimos encantados. Vale la pena acercarse a Corcubión solo para comer allí.”
En el caso de que os apetezca más picar algo en una taberna tradicional frecuentada por la población local, os recomendamos la Taberna mariñeira O Ribeiro.
Este es el comentario seleccionado:
“Es un sitio muy elegante y rústico a la vez. Las tostas, ensaladas y hamburguesas están deliciosas! Tiene una carta variada que se ajusta a todos los bolsillos y gustos. Las tapas son abundantes y ricas! Ideal para irse de vinos y comer o cenar en familia y amigos.”
Para pasar la noche, recomendamos dos alojamientos. El primero es Casa da balea,
y esta es la opinión seleccionada de Tripadvisor:
“Situada en pleno Camino a Fisterra, es un lugar excepcional para pasar una o varias noches. Todo está cuidado al detalle, sin caer en estridencias, desde que entras hasta que te vas. Las habitaciones son una preciosidad. Y Rocío, la dueña, es encantadora, se desvive por convertir la estancia en todo un placer. Sin duda, volveré.”